¿Qué pasó con el amateurismo en el fútbol de barrio?

Este cambio lamentablemente ha ido de la mano con el mercantilismo y el capitalismo individualista.

Lo vemos cuando se terminó la vida de barrio, el visitar a los vecinos en año nuevo y recibir pan de pascua y bebestibles. Ahora ya no conocemos a nuestros vecinos.

El sistema está cada vez más egoísta. Eso de él que puede puede es una demostración de aquello. La competencia del mercado indica que la empresa que no puede competir, muere. El problema es que LAS PERSONAS NO SOMOS EMPRESA NI PRODUCTO, como nos han querido educar estos últimos 40 años.

Por eso no hay identificación, ya que ha muchos no les interesa, y por 10 pesos más, olvidan amigos, familia, buenos tratos, etc. Lo terrible es cuando un dirigente toma la decisión de "vender el alma al diablo" trayendo o incorporando uno o varios jugadores, o dirigentes nuevos, que podrán a corto plazo lograr objetivos y campeonatos, pero, que vienen con malas costumbres, que influencian negativamente al grupo y finalmente al club, destruyendo la tradición y el espíritu de la institución. 

Es lo que hay hoy en día, y lamentablemente, tendremos que aprender a convivir con ello; a menos que apoyemos a quienes han incorporado a la institución como su familia, y han colaborado para que muchos puedan hacer ejercicio y pasar un rato, horas o día agradable, en compañía de ojalá amigos o buenos compañeros.